jueves, enero 20, 2011

Rendirse, rendirme

Qué titulo para un post que pretende devolver todo el poder, sin embargo efectivamente sólo así se obtiene. (Recomiendo la lectura en la rendición está mi victoría.)

Ojo que rendirse no es darse por vencido, sino ¡vencer! Inicio el diálogo con mi mism@:

-¿Vencer qué?

Te suena conocida la frase de "he vencido al mundo". Es justo para inspirar confianza, confianza es lo que desarrollas conforme reconoces que las leyes del mundo no están por encima de las leyes de la eternidad.

-¿Pero es qué cómo voy a dejar esto (situación/persona) en manos de Dios?

¿Qué te lo impide? Si lo revisas, son tus creencias acerca de esa situación/persona lo que te impide dejarlo en manos de Dios. O a la mejor se trata de las creencias que albergas sobre ti mismo. Quizá peor aún son las creencias o preceptos que albergas de Dios los que te hacen dudar en ponerlo en sus manos. Independientemente de cuáles de todas ellas se trate, esas creencias hasta ahora no te han brindado paz.

-mjm

Dice un cuento que le preguntarón a Jesús cuánto nos ama y él extendiendo sus brazos completamente abiertos respondió "este tanto" y...qué mejor ejemplo para rendirnos al amor. Dice Jesús en UCDM: "No hay nada con respecto a mí que tu no puedas alcanzar. No tengo nada que no proceda de Dios. La diferencia entre nosotros por ahora estriba en que yo no tengo nada más". (Texto Cap.1.II.3.10-12)

Así que la invitación es a rendirse, ¡rendirme!


=========================

2 comentarios:

OOPS! Online dijo...

Sin duda que la rendición es un paso de vital importancia en este proceso de regresar a la verdad que hay en nosotros. La rendición proviene de una absoluta confianza en el poder de La fuente y se manifiesta como armonía en nuestra experiencia. Muchas gracias por recordarnos la importancia de confiar...
Saludos!

darYrecibir dijo...

gracias a ti por dejar esa nota, lo expresas tan claramente y tan breve, es un tesoro tu nota, gracias!!