lunes, septiembre 17, 2007

Sobre la compasión y la empatía (Parte I)

Hace unos días sentí el impulso de encontrar un texto escrito por Yeshua, el Jesús que nos habla en Un Curso de Milagros, llamado "Jesús y la Compasión". Ya lo había leído hace un par de años, y creo que ha sido una de las lecturas más esclarecedoras que he tenido desde que empecé este viaje sin distancia.

Cuando por fin lo hallé y lo releí, sentí que debía escribir sobre ello, y es ahora cuando decido hacerlo y dejar fluir e espíritu santo para mostrarme el verdadero significado de la compasión. Iré citando partes del escrito e intercalando con algunos comentarios propios.

Saludos, soy Jesús. Hablaré hoy contigo sobre el fundamento de la compasión. Seguramente esta es una de las grandes luchas que tienes en tu mundo. Y seguramente es uno de los temas que pueden confundirte en tu manera de pensar. Porque oyes comentarios, en Un Curso de Milagros y en estas cintas que te doy, que parecen decir - tu única meta es aceptar la Expiación para ti mismo. Y esto parece potencialmente excluir interés por tu hermano. Y te he dicho - no te pongas del lado de la enfermedad en presencia de un Hijo de Dios, aun si él mismo cree en ella. Y esto parece decir - no participes en su creencia de que está enfermo.
Leer en el texto de Un Curso de Milagros que la única meta de mi vida es aceptar la expiación para mi mismo suena como algo realmente ininteligible, aún entendiendo plenamente lo que se quiere decir con la palabra expiación es "perdonar por completo". Así pues, lo que Dios me pide es que acepte el perdón total para mi mismo y nadie más. ¿Esto quiere decir que no debo practicar el perdón con otras personas? ¿Debo ayudar a los que me parecen necesitados en la calle? ¿Acaso debo predicar este mensaje y hacer que otras personas despierten?

Esas son las primeras dudas que surgen en mi mente cuando trato de entender estas palabras. Parece increible decir que no debo ayudar a nadie en su proceso de despertar, sobre todo porque tanto se repite por todas partes que todos estamos en un proceso aprendiendo, y que al parecer (y sin dudarlo mucho) hay personas más avanzadas que yo en ese proceso, y por ende también personas que sigues dormidas. Continúa Jesús diciendo:

Y entonces, ¿qué puedes hacer? ¿Debe importarte? ¿Debes tratar de entrar y hacerte parte de su sufrimiento? ¿Y no es este el tema de la compasión? Miras a tu mundo y ves, una y otra vez lo que parece ser gran sufrimiento. Y hay algo dentro de ti que te llevaría a extender la mano a tus hermanos para cuidarlos y aliviarlos, para quitar su sufrimiento. Y todo tu, quizás desea tener una varita mágica, o como fuera, que pudieras tocar tu mundo y hacer desaparecer el sufrimiento.

Por lo tanto, consideremos algunas de estas nociones este día. Primero necesitamos preguntar sobre Dios mismo. ¿Podría haber creado Dios un universo en el cual pudiera exigir que no hubiera sufrimiento? Y, ¿qué estás preguntando realmente? ¿No estás preguntando, podría Dios haber creado un universo en el cual sus hijos no fueran libres, libres de experimentar lo que ellos quieran? Entonces, ¿no estás preguntando, crearía Dios un universo donde estuviera separado de sus propios hijos? Porque por supuesto, se deduce – si los hijos de Dios son uno con ÉL, y los hijos de Dios no son libres, entonces Dios tampoco lo es. Y ya no tienes que preguntar si Dios habría creado un mundo en el cual Él Mismo no fuera libre. Solo queda reírse de esta pregunta. ¿Podría alguien crear un mundo en el cual no fuera libre? Claro que no. Así, si Dios tuviera una varita mágica, tal como tu quisieras tener, con la que Él tocara al mundo y resultara lo que Él desea, ¿qué haría ÉL realmente? ¿Usaría su varita mágica para negar la libertad? Y si te he dicho que el amor es libertad, entonces negar la libertad es negar el amor.
Verás, en el cielo, realmente somos como niños pequeños, y muy mimados, por cierto. Cualquier cosa que pensemos se nos da automáticamente, lo tenemos todo. Entre tantas ideas que se nos ocurren, sucede que tenemos una idea fantastica: "¡vamos a crear un mundo donde no sea libre!", pero de esa idea se nos olvidó reir y la compartimos con toda la creación. De inmediato, Dios nos dice en su infinita sabiduría: Hijo, no es posible separarte de lo tú eres en esencia, no puedes negar tu libertad, ni el amor que tú eres.

¡Ah!, pero Dios es astuto, negarte la libertad de experimentar dicho mundo sería negarte que tú eres esa misma libertad. Así que te propone una solución: Un sueño del en el cual no recuerdes quién eres ni de donde vienes, y donde puedas experimentar justo eso que pides sentir. Y todo el cielo honró tu decisión.

Dios no creó este mundo, tú lo fabricaste en tu mente y decidiste creer en ello como tu única realidad, para llevar de vuelta al cielo el precioso tesoro de la experiencia. Pero con ello trajiste de lo que te quejas ahora y aquello por lo que ves sufrir a tu hermano, y ahora que estás comenzando a entender tu naturaleza y tu origen, ahora que has decidido regresar a casa te preguntas ¿Debo regresar solo, o esperar a que todos se alisten? Jesús añade:

¿No te he dicho también que el Espíritu Santo, y por lo tanto Dios, no es arrogante?. ¿No te he pedido a ti también que no seas arrogante cuando tratas con tus hermanos? ¿Qué es la arrogancia realmente? ¿Has pensado acerca de ella? La arrogancia, muy simplemente, es tu creencia de que sabes como alguien debe vivir. Si el Espíritu Santo fuera arrogante, ÉL se impondría en ti y dictaría a tu conciencia cómo debes vivir. Mientras seas libre, ÉL no podría imponértelo, por supuesto. Pero ÉL pudiera forzarlo en tu conciencia. Y aun así ÉL no lo hace, porque el Espíritu Santo no es arrogante.

De la misma manera Dios no es arrogante. Escúchame bien. Dios no tiene un plan de como debes vivir. Si hubiera un plan, entonces la libertad se disolvería a sus pies. La Voluntad, de Dios es libertad. Esto te lo he dicho antes. Así por ser Dios, por ser el Espíritu Santo, no tiene una varita mágica y si la tuviera, no la usaría para disipar el sufrimiento.

Entonces podrías preguntarte, ¿debería yo, debería yo en el camino que he elegido, debería yo en mi búsqueda del entendimiento del amor, debería seguir el ejemplo de Dios mismo? Quizás sería sabio. Por supuesto sientes el humor en estas palabras. Así, si Dios no es arrogante, y no impondría, ni pudiera imponer sobre cualquiera de sus hijos un plan para sus vidas, entonces cómo llegarías a la vida de tus hermanos y especialmente en su sufrimiento?

Qué hermosas estas palabras, y cuán infinitamente profundas y simples. Si Dios jamás se ha metido en tus asuntos, por qué crees que deberías meterte en el de los demás. Y ya oigo venir los gritos de asombro: ¿Pero como puedes ser indiferente al sufrimiento? ¿Cómo no puedes ayudar a los otros? ¿No es ese mismo el mensaje que Jesús nos trajo cuando vino a la tierra, el de amar a nuestro prójimo?. Pues bien, quiero que recuerdes algo: Amor es libertad, eso y nada más.

Para los que hemos dedicado un poco de nuestras vidas a esa tarea de "sanar" y "enseñar" a los otros, estas palabras puede resultar bastante descorazonadoras. Por lo menos para mi lo fueron, y mucho. Resulta que cuando llegó ese texto a mis manos yo estaba en un taller para hacer psicoterapias y "ayudar al prójimo", y quien nos lo dio a leer fue el mismo maestro del taller. ¡Qué sabia esa persona al hacernos entender que el único que necesita sanar es uno mismo! ¡Qué humilde aceptar que el problema no lo tiene quien supuestamente debemos sanar! ¡y qué arrogante pensar que debemos cambiarlo para que actúe, vea y piense como nosotros!

¿Cual es entonces la verdadera compasión y cómo debemos practicarla? ¿Debemos ser simplemente indiferentes?. Jesús lo expresa en lo siguiente:
Primero, necesitas sólo dejar tu arrogancia. Necesitas dejar tu creencia de que sabes como tu hermano debe vivir. Y esto se aplica especialmente a cosas como lo que parece ser el sufrimiento. Tu hermano es libre, así como tú lo eres. Y siempre, cada suceso, cada circunstancia en su vida y en la tuya propia, solo es una expresión de libertad. Sin embargo, persiste verdadero en este mundo de espacio y tiempo, dentro de esta ilusión, que el sufrimiento parece ser absolutamente real. Miras a tu mundo y ves dolor, miedo, conflictos y soledad. Sufrimiento físico en la forma de enfermedad, en la forma de abuso infligido de un ser a otro. Tú ves lo mismo en tu propia vida, en mayor o menor grado.

¿Cómo debes tratar con eso? ¿Cómo traté con eso cuando anduve por esta tierra? Porque, de verdad, lo hice como tú lo sabes. Primero, simplemente pregunta, ¿cuál es la causa del sufrimiento? La causa del sufrimiento es una creencia del ser, de que sufre. Eso es todo. Cuando te digo, el Espíritu Santo puede ver más allá de la ilusión y más allá del conflicto y del sufrimiento, eso es lo que quiero decir. El Espíritu Santo puede ver la libertad que esta siendo expresada. Tú ves lo que llamas dolor y sufrimiento, y deseas ayudar a quitarlo de la vida de tu hermano y de tu propia vida.
Quiero que sepas algo, cada gota de sufrimiento, cada lágrima, cada atisbo o explosión de rabia que has sentido o presenciado en este mundo ha sido elección tuya, y de nadie más. ¿Pero podría alguien decidir sentir cosas que sabe que le harán daño? Pues también quiero que sepas que aunque todas esa cosas parezcan terribles y verdaderas a este nivel, desde la perspectiva de tu ser, del Espiritu Santo, tú estás gozando con cada sensación que decides tener. No importa si crees que sea placentera o displacentera en este momento, tu Ser, tu único Ser, se regocija con cada cosa que decides hacer.

Porque esa es tu naturaleza, la de ser libre, la de amar. Cada decisión que tomas es honrada por el universo entero porque te ama, te respeta y porque tienes la libertad de hacerlo, todas la veces que tú quieras. Entonces, ¿qué es el sufrimiento? el sufrimiento es simplemente la creencia de que puedes sufrir, qué simple. Si logras abandonar esa creencia, tú creencia de que el mundo funciona de esa manera, entonces habrás abandonado toda forma de dolor, para ti y para todos tus hermanos:
¿Qué más te he dicho del Espíritu Santo y la manera como él funciona en este mundo? Te he dicho que el Espíritu Santo nunca actuará de tal manera que aumente el miedo. Porque el miedo es lo opuesto al amor. Lo que tú bien sabes. Y si tú disipas el miedo, ello es con amor. Y así es como el Espíritu Santo nunca incrementará el miedo. Y qué es decir a otro ser cómo debe vivir para aliviar su sufrimiento, si él no es capaz de oír e internalizar tu mensaje como es. Si tú sabes como debe vivir otro ser y puedes explicárselo, pero él no puede aceptarlo, ¿qué haces tú? Con esto lo que logras es incrementar el miedo. Y eso es todo. Y cuando aumentas el miedo, aumentas el sufrimiento. Así es, el Espíritu Santo nunca se impone sobre la conciencia de ningún ser para decir - así es como debes vivir. Y si tú eliges en tu compasión, seguir el ejemplo del Espíritu Santo, ¿no deberías hacer lo mismo? Y así Dios Mismo no puede y no hará nada para disipar el sufrimiento, a menos que ÉL destruya la libertad y ÉL no sea amoroso. Y Dios Mismo nunca dirá a otro como debe vivir, para no incrementar el miedo.

Entonces, ¿cómo tratas en este mundo de ilusión, aun cuando sea ilusión, con el sufrimiento que pareces ver? Preguntemos, ¿Cuál es la causa del sufrimiento? ¿Qué es lo que deseas aliviar en tu hermano? Te he dicho, la enfermedad es una elección. Es una decisión que es hecha. Y te he dicho que la enfermedad tiene como propósito probarte a ti mismo que eres un cuerpo, que realmente es la prueba para ti mismo de que estás separado y solo. Y te dije que este ego que tienes, que preservarías con tu propia vida, no es más que una colección de pensamientos acerca de quién eres. Y te he dicho - piénsalo de esta manera - tu ego sólo es una colección de pensamientos que no significan nada, que no tiene propósito realmente, excepto convencerte de que estás totalmente solo. ¿Lo ves?

La clave para abandonar la creencia en el sufrimiento y ayudar al prójimo está en la pregunta ¿cuál es la causa del sufrimiento? y sobre todo en la respuesta a ¿Qué deseo aliviar en mi hermano? Por sea cual sea la respuesta, no tiene nada que ver con él, sino contigo mismo. ¿Que me hace sentir que mi hermano este viviendo esa situación? Responde esa pregunta desde el corazón y date cuenta que la emoción que te produce es simplemente algo que se repite en tu vida, de varias maneras y con diferentes magnitudes. ¿No deberías primero mirar la viga que tienes en el ojo antes de arrancar la que ves en tu hermano? ¿No es acaso esa viga que tienes en el ojo la responsable de la que ves en él? ¿No es esa la causa de su sufrimiento?.

No seas arrogante y acepta el perdón para ti mismo, no lo hagas por los demás, porque no lo necesitan. Ellos son perfectos tal como están, y honra las decisiones que tomen, aún cuando ellos crean que pueden sufrir. No te unas a tu hermano en su enfermedad, la empatia verdadera no es sentir lo mismo que él, sufrir con él, ni llorar con él. La verdadera empatía se encuentra en percibir correctamente la situación, ver más allá del sufrimiento y encontrar la decisión por la cual has decidido vivir esa experiencia. Tú visión es lo único que los puede hacer sanar.

Suele surgir la duda, ¿quién tiene el problema? ¿Ellos o yo?. Y te pido que observes detenidamente lo que estás preguntando. ¿Podría tener el Hijo de Dios algún problema? ¿Entones por qué lo percibes como tal? Simplemente porque estás defendiendo tu creencia en el mundo, en tu ego, en tu cuerpo, en tu situación de estar separado de la totalidad. ¿Quién tiene el problema? Pues si lo ves, si lo SIENTES, como un problema, si es una situación que no te da paz, entonces es tú creencia de que puede haber sufrimiento, y es tu responsabilidad deshacerla, por supuesto que de nadie más.

16 comentarios:

10deMayo dijo...

José Lorenzo, ¡¡wow!! es maravilloso tu texto, lo he reproducido en todos los grupos virtuales de UCDM que conozco y en otros sitios de desarrollo espiritual. Es magnífico, lleno de amor, 100% inspirado, no dejo de dar gracias, gracias Padre por este regalo que me haces en las líneas de José Lorenzo, gracias por este oportuno recordatorio.
Recibe un abrazotototote,
Fa

Anónimo dijo...

¡ Tremendo mensaje! es para leerlo y releerlo porque encierra un sin número de verdades.! gracias por hacernos partícipe de él.

Nadie puede dar lo que no tiene, por eso la compasión e incluso la empatía la debemos practicar con nosotros mismos, pues a veces a quien más nos cuesta perdonar y entender nuestros errores es a nosotros mismos. A veces nuestro ego es implacable y no es capaz de perdonar nuestras propias debilidades.

La compasión y la empatía son dos sentimientos indispensables en la verdadera hermandad, pues "conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida"1431

Pero la comprensión nace de la empatía, de ponernos en el lugar de la otra persona y por lo tanto es indispensable respetar su propia individualidad y su proceso emocional y espiritual ante lo que está viviendo.

Empatía es olvidarse de lo que nosotros pensamos para pensar en lo que la otra persona necesita, sin juzgar y también sin dar consejos que sobrepasen su comprensión, como lo hacía Jesús que "nunca cometió el error de enseñarles una verdad que rebasara su capacidad de comprensión"1535

Debemos estar siempre prontos a escuchar y a comprender a nuestros hermanos, pero a la vez debemos hacerlo en forma consciente porque "la sinceridad cumple mejor su función cuando está unida a la discresión" 1961 porque nuestro verdadero objetivo debe ser "actuar siempre, pero no forzar nunca" 1034

De la misma forma que nuestro Ajustador se hace obediente a nuestras decisiones, nosotros debemos respetar y obedecer las decisiones de nuestro prójimo, respetando siempre su individualidad, de la misma forma que Dios respeta la nuestra.

Con cariño Yol

Anónimo dijo...

Una reflexión exhaustiva sobre el significado de la compasión, el perdón y la aceptación.

A más de uno le va hacer replantearse muchos conceptos.

Anónimo dijo...

Hola!!

Gracias por compartir este tema, no sabes como me ha movido en lo que estoy viviendo, me impacto mucho. Me dejaste sin palabras!!

Dios te bendiga infinitamente!!

Gracias, mil Gracias!!

Anónimo dijo...

Wawww!!! Muy hermoso texto!!! Te agradezco de corazon!! Me aclaro muchas dudas que tenia con respecto a este tema!! Gracias Padre!!! Los amo!!
July

Anónimo dijo...

GRACIAS POR COMPARTIR Y ENSEÑAR LOS CONCEPTOS CLAROS SOBRE CIERTAS ACTITUDES DEL SER HUMANO
QUE NO CONOCE. BASADAS ESTAS EN PALABRAS DE JESUS

SINPATISA

Anónimo dijo...

GRACIAS POR COMPARTIR Y ENSEÑAR LOS CONCEPTOS CLAROS SOBRE CIERTAS ACTITUDES DEL SER HUMANO
QUE NO CONOCE. BASADAS ESTAS EN PALABRAS DE JESUS

SINPATISA

Anónimo dijo...

GRACIAS POR COMPARTIR ESTE MENSAJE .ME ES DE mUCHAAAAAAAAAAAAAAA AYUDA A MIS DUDAS SOBRE MI ESPIRITUALIDAD DIOS TE ILUMINE.

Anónimo dijo...

Dios te bendice Jose Lorenzo y mi ser interno saluda tu cristo interno.

Me llamo Norma y quiero agradecerte de corazon por ese maravilloso mensaje, en mi caso es super propicio, ya que esta semana tuve la oportunidad de asistir a una conferencia con su Santidad el Dalai Lama y él insistia en la practica de la compasión y yo me interrogaba que es verdaderamente la compasión, porque sabes Jose Lorenzo, es verdad que la podemos confundir con lastima por nuestro hermanos, y aunque hoy no conozco muy bien su significado y lo continuo a buscar, tu mensaje me deja ideas claras sobre la compasión.

Asi que infinitas gracias y quisiera saber un poco mas.

Bendiciones, NORMA

Anónimo dijo...

Saco un extracto del texto que para mi es el resumen. Muchas gracias.

"No te unas a tu hermano en su enfermedad, la empatia verdadera no es sentir lo mismo que él, sufrir con él, ni llorar con él. La verdadera empatía se encuentra en percibir correctamente la situación, ver más allá del sufrimiento y encontrar la decisión por la cual has decidido vivir esa experiencia. Tú visión es lo único que los puede hacer sanar."

Juan sin Nombre

Anónimo dijo...

Gracias por compartir este texto, es la respuesta que buscaba.
Restablece mi paz y refresca mi mente.
un abrazo
mila.

darYrecibir dijo...

Juan Sin Nombre, gracias por ese recordatorio!!

Anónimo dijo...

"No te unas a tu hermano en su enfermedad, la empatia verdadera no es sentir lo mismo que él, sufrir con él, ni llorar con él. La verdadera empatía se encuentra en percibir correctamente la situación, ver más allá del sufrimiento y encontrar la decisión por la cual has decidido vivir esa experiencia. Tú visión es lo único que los puede hacer sanar".

Esto justificaría perfectamente la gran proliferación de individuos que va por el mundo pareciendo decir: "Yo estoy en la Frecuencia del Amor. Lo siento, no te puedo ayudar". Realmente, no me parece coherente esta parte del mensaje. Hay gente que no comparte esa visión, entonces ¿qué?¿hay que abandonarla a su suerte sólo por eso?¿Qué pasa con quienes se dedican a aliviar el sufrimiento, por ejemplo, en los hospitales, y lo hace con verdadera vocación y con amor?¿Acaso no es su libertad hacerlo? Por muy ilusorio que sea el sufrimiento, el que NO comparte esta visión cree sufrir, sea por ignorancia o por lo que sea, y si tan amorosos somos se supone que debemos aceptar esto aún en su ignorancia. Me parece que eso es compasión. La libertad de elegir ACOMPAÑAR al otro, aún a sabiendas de que este mundo es ilusorio y su verdadera naturaleza es el gozo. Hay demasiada gente en este mundo que no lo sabe, es su libertad no saberlo.
Os pondré un ejemplo: Elizabeth Kubler Ross, maestra del milagro de ayudar a otros a hacer el pasaje "al otro lado". Teresa de Calcuta, maestra del milagro de aliviar el hambre de quienes ignoran que esto no es real. ¿Eran arrogantes?¿Lo hacían por y para si mismas?¿Qué hay de malo en ayudar y apoyar al hermano QUE IGNORA?
Me gustaría conocer vuestra opinión al respecto.
Un saludo.

Semíramis

Anónimo dijo...

Ah, veo que habeis moderado los comentarios. Así no nesecitais defenderos. El argumento debe ser unidireccional.

S

darYrecibir dijo...

Gracias Semíramis, recién me estoy poniendo al corriente en los comentarios.

En cuanto a tu nota, para darte a conocer mi opinión preciso referirte que este blog tiene como marco conceptual Un Curso de Milagros (UCDM), que básicamente puede resumirse en los siguientes tres póstulados: “Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios”, donde en términos de UCDM lo Real/la Realidad es inmutable, eterna y todoabarcadora; en contrasentido lo irreal es cambiante, finito y limitado tal como el mundo ilusorio que comentas.

Asimismo al ser lo Real todoabarcador, evoca la Unicidad, es decir que todo se encuentra unido y la percepción de diferencias, grados, niveles, categorías, tiempo y espacio no es sino ilusoria.

Afortunadamente lo Real es inmutable y eterno, y sus atributos no han cambiado, ni cambiarán y son compartidos por la totalidad, (dado que es todoabarcador) entonces mis acciones (realizadas o constreñidas acotadamente en tiempo y espacio) no alteran/modifican o cambian en forma alguna lo Real. La compasión y la empatía desde la perspectiva de UCDM continúan en la segunda parte de este post “Sobre la compasión y la empatía Parte II”.

UCDM tiene en la sección de El Manual para El Maestro una parte que me fascina que es que el maestro de Dios va a aquellos que sufren siempre representando la alternativa y esta representación no precisa de palabras o acciones particulares, puede ser con su sola presencia y el reconocimiento de la realidad crística en la que todos estamos unidos en perfecta armonía y paz independientemente de cómo luzcan las ilusorias “realidades” que se nos presentan. En el libro de texto en alguno de los primeros capítulos indica “Estoy aquí para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió” ¿Qué es entonces ser útil? Me recordaste la lección 245 de UCDM es una oración “Tu paz me rodea, Padre. Dondequiera que voy, Tu paz me acompaña y derrama su luz sobre todo aquel con quien me encuentro. Se la llevo al que se encuentra desolado, al que se siente solo y al que tiene miedo. Doy Tu paz a los que sufren, a los que se lamentan de una pérdida, así como a los que creen ser infelices y haber perdido toda esperanza. Envíamelos, Padre. Permíteme ser el portador de Tu paz. Pues tal como dispone Tu Voluntad, quiero salvar a Tu Hijo para poder llegar a reconocer a mi Ser. Amén”.
Como notarás no hay nada de malo en ayudar apoyar al hermano que como tu indicas ignora. Salvo que también existen “egos” ayudadores que apoyan al otro porque piensan que el otro es ignorante, cada vez que yo apunto o califico a los demás sólo estoy concibiéndome separado, la separación (pecado) es imposible cuando lo Real se encuentra en perfecta Unicidad, completamente a salvo, en paz. Definitivamente es altamente recomendable la lectura de los posts de este blog contextualizada con UCDM, por eso te reitero la invitación a leer la segunda parte de este post. _http://nadairrealexiste.blogspot.com/2007/09/sobre-la-compasin-y-la-empata-parte-ii.html y también la entrada de Nadie sufre por Gusto sino por ignorancia _http://nadairrealexiste.blogspot.com/2008/11/nadie-sufre-por-gusto-sino-por.html

De nuevo muchas gracias por tu comentario, son bienvenidos

Anónimo dijo...

Anónimo:
en el 2007 era una gran ignorante y lo sigo siendo.
No se puede entrar en la Vida de nadie, diciendo cómo vemos su realidad, para asustarlo más.
¡¡¡qué bien descrito¡¡¡
y lo hacemos a cada rato. Vemos cómo alguien se nos hunde. Y queremos abra los ojos...y nos entrometemos demasiado....Recuerdo a una ex-compañera que decía: "no se puede entrar en la Vida de nadie tumbando la puerta". le creí, pero se ha hecho ruinita...Practicaré el Honoponon
Gracias por recordarme nuevamente esto. Impresionas ERES LA VOZ DE NUESTRA CONCIENCIA...EN EL MOMENTO QUE LO NECESITAMOS...