sábado, julio 21, 2007

El tiempo, la separación, la mente y el cuerpo

EL TIEMPO, LA SEPARACION, LA MENTE Y EL CUERPO –

escrito por Rita Calderón

Hemos hablado del tiempo que solamente existe en nuestro mundo ilusorio de tercera dimensión. Ese tiempo al que le hemos dado realidad al crear un calendario que no se apega a nada: no se apega a la ciencia, no se apega al ciclo solar, no se apega al ciclo lunar. Fue hecho “al aventón”, pegando un día aquí y otro más allá. También hemos creado un reloj que marca únicamente el instante en que lo vemos y nada más. El tiempo pasado y futuro no existen. Recordamos y damos valor al pasado por las experiencias vividas y enseñanzas aprendidas, pero ya no existe. Damos realidad al futuro, al planear y preocuparnos por lo que ha de venir. Realmente, únicamente contamos con este instante, este momento, aquí y ahora.

Sucede algo parecido con la separación. Nos dijeron que estábamos separados de Dios y lo creímos y hemos sufrido sintiéndonos culpables de algo que nunca sucedió.

La mente… todo es Mente, nos dijo Hermes y no lo hemos creído. Tenemos en nuestras manos el poder de crear y lo peor del caso es que seguimos creando con bases equivocadas, porque no hemos querido entenderlo, no hemos querido creerlo. Somos co-creadores con nuestros pensamientos de todo lo que vemos.

Ahora veamos a nuestro cuerpo. El cuerpo fue creado cuando decidimos bajar a este mundo ilusorio, de tercera dimensión, porque necesitábamos algo denso para poder transitar aquí: es nuestro vehículo. Es una coraza protectora que fue creada para este propósito y se nos dieron patrones de salud perfecta ilimitada para que funcionara sin darnos problemas, ya que tiene el poder de regenerarse, sin nuestra intervención. ¿Y qué sucedió?

Creímos que nuestra mente se ubicaba dentro del cuerpo. Creímos que nuestro Espíritu, nuestra Alma, se ubicaban dentro del cuerpo y entonces le dimos al cuerpo un valor incalculable. Creímos que éramos el cuerpo. Y aunque el cuerpo es el personaje central de los sueños, nosotros no somos un cuerpo, ni nuestra mente, nuestra alma o nuestro Espíritu se ubican dentro del cuerpo.

Prueba de que no somos un cuerpo es que aunque sabemos que el tiempo no existe, afecta al cuerpo porque envejece y muere y las obras del Padre son eternas y perfectas. Por lo tanto, el cuerpo tampoco existe, más que en nuestro mundo ilusorio. El cuerpo es el héroe de nuestras aventuras en el mundo de la ilusión y creamos pensamientos y sentimientos que como efecto tienen al temor, al dolor, al sufrimiento, la enfermedad, la guerra, etc. lo que es un ataque contra nosotros mismos y no nos damos cuenta porque seguimos dormidos, soñando en el mundo.

Como al llegar aquí cada uno de nosotros tuvimos necesidad de tener un cuerpo, nos sentimos separados unos de otros; diferentes y hasta enemigos. Y como es más fácil pensar que los demás son los que están equivocados, achacamos a ellos la culpa, creyéndonos inocentes. Al dar realidad a lo que no existe como el tiempo, la separación de Dios y de nuestros hermanos, a una mente dentro del cuerpo, estamos creando diferentes aspectos de un mismo círculo vicioso, cuyo final empieza en su comienzo y concluye en su causa.

Sin causa, sus efectos parecen ser tristes y graves y sin embargo, solamente son consecuencias. Su causa, no es consecuencia de nada, pues es solamente una farsa. Aquí, nosotros juzgamos los efectos; el Espíritu Santo ha juzgado su causa y sin importar lo odiosas o depravadas que sean, no podrían tener efectos sobre ti o sobre mí, a no ser que no nos diéramos cuenta de que se trata sólo de nuestro propio sueño.

La salvación es un secreto que solamente tú has ocultado de ti mismo. Cuando le perdones al mundo tu culpabilidad, te liberarás de ella. La inocencia no exige que tú o tu hermano sean culpables, ni tampoco se basa en los pecados.

Y es esto lo que te ha mantenido separado del mundo y lo que ha mantenido a tu hermano separado de ti y a ti separado de Dios. Ahora sólo necesitas reconocer que los dos son o inocentes o culpables. Lo que es imposible es que sean diferentes uno del otro o que sean ambas cosas.

“Yo fabriqué esto y es esto lo que quiero deshacer”. El milagro no hace nada, lo único que hace es deshacer.

Tú eres el fabricante, el co-creador… todo está en tus manos.

Saludos cariñosos de Rita Calderón

5 comentarios:

darYrecibir dijo...

Gracias Rita por permitirme difundir este amoroso texto!!

Anónimo dijo...

Si es verdad que yo soy co creador y que todo esta en mis manos. y es verdad que todo es mente. veo mi vida y la situacion actual en la que me encuentro y me doy cuenta que fui yo, con mi mente, el que creo las circunstancias por las que pase, con mi mente llena de lujuria y ansiosa de placeres. Con mi mente que persiguio con afan todo lo que el mundo puede ofrecer, codicioso, orgulloso, iracundo. Si yo cree este mundo en el que vivo, y lo unico que me puede salvar es ser puro, casto en pensamiento, palabra y obra, No identificarme mas con el cuerpo y este mundo lleno de ilusiones y baratijas , no traicionando mas a mi Cristo Interno por treinta monedas de plata. Si soy co creador pero aparentemente lo que cree fue locura y desamor,. ahora me entrego por completo en las manos del Espiritu Santo para que sea el quien dirija mi vida para que sea el quien me indique que y cuando debo co-crear. Para ser inocente no basta con decirlo, afirmarlo y repetirlo; para ser inocente hay que pensar y actuar como un ser inocente y puro. Jesus nos dejo una enseñanza, y a veces yo traicione esa enseñanza por necesidades fisiológicas, Ahora le pido a Dios que me de la fortalesa para no flaquear y no traicionar a mi Cristo Interno por las ilusiones y placeres que perseguí por medio del cuerpo, Si soy co creador y puedo crear todo lo que yo desee, mas primero busco el Reino de los Cielos y su justo uso y todo lo demas me sera dado por añadidura. Esa fue la promesa que el Maestro me hizo. y yo nunca jamas volvere a dudar de Cristo. Que Dios nos bendiga a todos y nos de la fortaleza la fe la confiansza y el valor para ser puros, castos en pensamientos, palabras y obras. y que el verdadero amor de Cristo nazca en nuestros corazones para que nunca mas exista la soledad y que cada hermano encuentre su pareja del alma, pero recuerden primero deberan encontrar su propia alma. que Dios los bendiga a todos

Anónimo dijo...

Yo personalmente creo que somos partes del mismo universo y que la unidad de espiritu despertara nuestra verdadera esencia entrando al raciocinio que nos alejara de todas las vanalidades que nos separan de lo verdadero y que solo preocupandonos mas por los demas nos ocupamos de nosotros mismos, un abraso y un beso atodos mis compañeros de viaje en este hermoso y grande mundo...cuidense.Erica.

darYrecibir dijo...

comparto tu creencia Erika. Y cómo no la iba a compartir si todos somos UNO!

Anónimo dijo...

BRAVOOOOOOOOOOOOOOOOO