La Verdad, el amor, el espíritu, Dios, se encuentran en el presente, en el instante de aquí y ahora, ahí no hay espacio para otra cosa que el eterno presente. Cuando estoy al 100% en el presente. No hay espacio para el miedo.
Experimentar o sentir miedo, preocupación, angustia, pesar, sólo me indica dos cosas:
- No estoy en el presente, en ese presente donde está el amor, el espíritu, la Unicidad, Dios.
- Estoy en el pasado. Haciendo un repaso (RE-PASADO) de sucesos que no me traen calma, ni paz y menos amor. Estoy en el pasado, rumiando sucesos que perecieron y como no permanecieron no fueron reales, estoy en el pasado irreal.
El espíritu, Dios, el amor, es eterno, intemporal, desconoce el tiempo, no está constreñido al espacio y tiempo, por tanto no puedo tenerlos en el pasado o en el futuro, porque desde ahorita mismo ya están aquí, aquí han estado siempre, esperando a que los elija. Así que elijo la paz de Dios mi padre, invoco al amor, invoco a la verdad.
En este preciso instante en que me reconozco como Hijo de Dios, de un Dios que me da todo su amor, que me dice que sigo siendo tal cómo él me creo, en este instante, mientras leo esto, recuerdo quien soy y me siento agradecido.
Gracias Padre, no hay nada que temer porque nada irreal existe.
Sólo existe tu amor, aquí y ahora, por el que te doy gracias.
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El circulante y la moneda de cambio
El miedo es...
de ahijados y conjuros
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